El martes, en un allanamiento a la casa de Anderson Torres -el secretario de Seguridad de Brasilia que fue removido de su cargo tras los ataques al Congreso- la Policía Federal encontró el borrador de un planteo para convocar al estado de emergencia en el país y para anular los resultados de las elecciones presidenciales que ganó Luiz Inácio “Lula” da Silva. Así lo dieron a conocer autoridades del Ministerio de Justicia de Brasil.
El escrito, según la portavoz de la cartera, Lorena Ribeiro, mencionaba la instalación de un estado de emergencia en el Tribunal Superior Electoral (TSE). Por lo que trascendió, la intención era que se determinara la intervención militar del Tribunal, para investigar tanto posibles abusos de poder como medidas presuntamente ilegales asumidas que fueron adoptadas por el Tribunal durante el proceso electoral.
El allanamiento en casa de Torres, que se desempeñó como Ministerio de Justicia durante la presidencia de Jair Bolsonaro, se dio en el marco de la investigación por los ataques al Congreso, situación que derivó en la remoción del funcionario, que se encontraba a cargo de la Secretaría de Seguridad de Brasilia al momento de los hechos violentos.
Torres aseguró que se podrá a disposición de la Justicia porque “su conciencia está tranquila”. Y utilizó sus redes sociales para hacer su descargo. Si bien no aclaró si el texto fue de su autoría, sí habló de una descontextualización. “En mi casa había una pila de documentos para desechar, donde muy probablemente se encontró el material. Todo eso sería llevado para ser triturado en su momento en el Ministro de Justicia y Seguridad Pública”, dijo.
Agregó: “dicho documento fue tomado cuando yo no estaba allí y se filtró fuera de contexto, lo que ayudó a alimentar narrativas falaces en mi contra. Fuimos el primer Ministerio en entregar informes de gestión para la transición. Respeto la democracia brasileña; tengo la conciencia tranquila con respecto a mi papel como Ministro”, señaló.
El borrador de tres páginas indicaba que, con vistas a restablecer el orden y la paz institucional, se decretaba el Estado de Defensa y la intervención del TSE. Además, acusaba a los miembros de ese tribunal de abuso de poder y medidas inconstitucionales ocurridos durante el proceso electoral, y se decretaba la corrección de esos comicios. Para ello, el documento expresaba que se crearía una comisión de regularidad electoral conformada por funcionarios y legisladores bolsonaristas para organizar una nueva votación.
Según se puede interpretar, el objetivo desestabilizador de Bolsonaro era concretar un autogolpe que lo mantuviera un tiempo más en el poder, echar un nuevo manto de sospechas sobre el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y generar las condiciones para ganar en una nueva elección.
La vivienda de Torres fue allanada porque se sospecha que el ex ministro está vinculado a la revuelta del domingo pasado, en la que grupos bolsonaristas tomaron las sedes de los tres poderes, con asiento en Brasilia.
Por su parte, funcionarios del gobierno de Lula sostuvieron que el documento brinda una certeza más del “intento de golpe de Estado premeditado en detalle” por parte de Bolsonaro, cuyo objetivo fue “fabricar el caos para enterrar la democracia”.